sábado, 19 de junio de 2010

Burkas Europe Ltd.


Estamos asistiendo de un tiempo hacía acá, a la exposición en los medios de comunicación y nuestra sociedad de la polémica sobre ciertas vestimentas islámicas -burka, niqab, hiyab- que parece que pueden verse a lo largo y ancho de esta Europa milenaria.
Dejando aparte polémicas y desencuentros sobre un tema que se dice es "complejo" voy a aportar mi reciente experiencia personal. Hace un mes más o menos me encontraba de visita en Londres. Cuando pululaba por la orilla sur del Támesis, entre callejuelas poco familiares y buscando un medio de regresar a zonas más céntricas, me subí a un autobús urbano (si, esos rojitos de dos pisos). Cuando nos acercábamos a St. John's Wood se subió una mujer (doy por hecho que lo era, no vamos a pensar retorcidamente) vestida completamente de negro, que sólo dejaba ver sus ojos. No estuvo demasiado tiempo en el Bus, tan sólo unas cuantas paradas, pero consiguió que me sintiera no incómodo, sino verdaderamente intranquilo. POR QUÉ? Bueno, era Londres, habían estallado bombas antes allí, precisamente en autobuses urbanos. Admito... mi estupidez? ignorancia? Seguro que alguien lo describirá así, pero el hecho es que yo, que he ido en autobuses y caminado por favelas en Brasil completamente solo, que he caminado por barrios periféricos de Ciudad de México, entre otras aventuras, nunca sentí allí la intranquilidad que ese oscuro atuendo trajo a mi cuerpo. Una vestimenta bajo la que parecía se podría llevar un arsenal como el de los Swat de aquella serie televisiva. Al parecer deberíamos ser llevados al paredón por sentirnos mal ante estas presencias -ojo! en Turquía o Marruecos no tuve esa sensación...-
Con este pequeño relato lo que quiero es traer la atención a ciertas imposiciones de nuestro tiempo para los que vivimos en occidente. Se hace dogma de muchas cosas que estoy seguro, a muchísimos de nosotros, no nos parecen tan claras o directamente son disidentes totalmente de nuestro pensamiento. Y se nos impone ese pensamiento único sin real derecho a la discrepancia, que no es politicamente correcta en los tiempos que corren. Por qué? Ha bajado Moisés con unos nuevos mandamientos de riguroso cumplimiento para los que vivimos aquí?