miércoles, 29 de septiembre de 2010

La Huelga

Hoy al salir de casa parecía un día festivo cualquiera. Lo único que desentonaba era el montón de hombres adultos ociosos con las manos en los bolsillos en cada esquina. Al llegar al centro de la ciudad los breves grupitos se convirtieron en rebaños de energúmenos que gritaban a la pobre empleada de un kiosco hasta que, aterrorizada, cerró las puertas del negocio. Un gran número de ellos parecían vestidos por el mismísimo modisto de jarrai con sus elegantes sudaderas negras, pañuelos y capuchas. Lo mismo al pasar frente a un juzgado en el que algunos funcionarios trabajaban normalmente. Uno de los más escuálidos bramó: "¡id bajando que luego venimos eh!, no te rías, no te rías! ". Auténtica poesía. No sé como se sentirían algunos en la Alemania del 38 o en la Venezuela del 2010 con sus grupos de defensa de la revolución bolivariana, pero me suena bastante a lo que sale en la tele.
Pero bueno, al fin y al cabo, desde que tengo uso de razón esto de los sindicatos y los piquetes ha sido así, son el Pueblo soberano que nos defiende del capital explotador, aunque por las pintas estoy un poco escéptico que estos vayan a crear alguna riqueza, no digo ya a sacarnos de la crisis.